"La historia nos cuenta que toda clase oprimida obtuvo la libertad por sus propios esfuerzos. Es preciso que la mujer aprenda esa lección, que se de cuenta que la libertad llegará donde llegue su capacidad de alcanzarla...” Emma Goldman
Cuando me preguntaste porqué soy anarcofeminista con ese tono de voz tan paternalista no pude más que sonreírte, encogerme de hombros y contestarte: ¿y porqué porque sí? Porque más que respuestas tengo preguntas, preguntas que me hago desde siempre…
¿Será porque estoy cansada de que me traten como si fuera menor de edad?
¿Será porque cuando era chica se me quedaron atragantadas las ganas de subir a los árboles porque hacerlo era cosa de varones y no había que ser machona?
¿Será porque me moría de ganas de jugar a la pelota y solo se me permitía jugar a la casita, a las muñecas, a leer cuentos como Blanca Nieves, la Bella Durmiente, la Cenicienta, y al igual que ellas me inducían a esperar al príncipe azul que me salvaría y me protegería de los males de este mundo y a cambio de ello yo solo debía ser buena y complaciente?
¿Será porque aún tengo grabadas las culpas de las caricias inapropiadas permitidas al novio de la
adolescencia?
¿Será porque no quise llegar virgen al matrimonio como correspondía en aquellos tiempos a
las mujeres de mi generación?
¿Será porque cada vez que durante el almuerzo o la cena cuando alguien reclama que falta sal, o algo por el estilo, se espera que sea yo la que se levante a buscarlo?
¿Será porque quiero un compañero, y caminar por la vida a la par, no delante ni detrás de él?
¿Será porque quiero pensar por mí misma sin pedir permiso?
¿Será porque quiero hacerme cargo de mi propia vida, en lugar de cargar sobre las espaldas de un varón mi subsistencia?
¿Será porque espero que cada vez que me equivoco no se juzgué que el error que cometo se deba a mi condición de ser mujer?
¿Será porque tengo la ilusión de que si repartimos y compartimos las tareas domésticas, la crianza de los hijos, las tareas, conocimiento y la toma de decisiones, nos permitiría a mujeres y hombres crecer juntos y sería la cotidianeidad mas placentera?
¿Será porque me llena de bronca ese modelo de hombre que anda por la vida con un teléfono celular colgado de cada oreja, con la risa ahogada por el nudo de la corbata seduciendo mujeres-niñas en potentes autos y practicando sexo expeditivo y descartable a fuerza de viagra, en el mejor de los casos?
¿ Será porque quiero compartir una cama con un hombre que esté menos preocupado por su potencia sexual y se desnude en su sensibilidad, su ternura, sus miedos, sus alegrías, sus sueños, sus utopías?
¿Será porque no tengo ganas de esperar a que hagamos la r e v o l u c i ó n p a r a resolver la relación de poder que existe entre hombres y mujeres y en la que la mayoría de las veces, salvando las honrosas excepciones que confirman la regla, las mujeres pasamos a ser propiedad de los varones?
¿Será porque me suena a verso el discurso en el que se escudan los “revolucionarios” que dicen que están tan ocupados con la revolución que no tienen tiempo para el compromiso afectivo, y al igual que los burgueses caen en el ejercicio de la práctica del sexo fácil sin compromiso bastardeando la excelencia del
amor libre?
¿Será porque creo que ser libre no es hacer lo que me da la gana sino elegir con qué y con quiénes me comprometo?
¿Será porque quiero llevar a la práctica cotidiana tanto discurso de solidaridad, libertad, no a la jerarquía, y necesito el equilibrio entre lo que pienso y lo que siento?
¿Será porque me enoja ver como el sistema capitalista prostituye nuestra lucha haciéndole creer a la sociedad que la igualdad que reclamamos existe, pues las mujeres hoy pueden ingresar en la política, a la policía, al ejercito, pueden dirigir ministerios, empresas, reproduciendo los valores machistas que nos someten a mujeres y hombres?
¿Será porque la revolución social empieza por la casa?
¿Será porque la exigencia de ser madre por sobre todas las cosas como proyecto de vida no me alcanza?
¿Será porque además quiero elegir; cuando, con quien, y en qué circunstancias ser madre?
¿Será porque quiero elegir no ser madre?
¿Será porque no quiero que cada vez que me enojo, grito, levanto la voz o estoy de mal humor me cataloguen de histérica o menopausica?
¿Será porque considero necesario, compañero, que comprendas que la liberación de la
mujer no es solo un problema de las mujeres?, repensar los roles que tenemos asignados mujeres y hombres con el objeto de someternos es la tarea que tenemos que enfrentar juntos. Es el gran desafío que te propongo. ¿Cómo vamos a hacer la revolución social si no podemos revolucionarnos a nosotros
mismos?
¿Será porque pienso que si no es donde corren vientos libertarios dónde, dímelo compañero, donde podemos protegernos de las tempestades de la dominación en que hemos sido formados?
¿Será porque además de la utopía de una sociedad sin estado, sin iglesia, sin policía, sin militares, sin dios, sin patrón y sin marido, tengo la utopía de una de hombres acariciadores?
¿Será...?
domingo, 7 de febrero de 2010
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